
Entre cuatro paredes espero,
ciegamente,
a que el viento traiga tu caricia..
y camino hacia la ventana que da al lago
y cierro mis ojos imaginando al hijo que no nace..
y lo aferro a mi existencia
como un mundo infinito de glorias y amaneceres..
hijo que me endulzas,
que sanas las heridas,
que unes mi sangre y el futuro...
corro imaginariamente
por que estos muros me tienen prisionera,
miro como cambia de color el bosque
y el recuerdo no se agota..
quiero lluvia,
quiero sur,
nubes y espacio para mojar mis pies descalzos..
corro,
desesperadamente,
abrazo la araucaria como si fueras tú en la arboleda..
grito en medio del bosque,
me desgarro la garganta..
caigo de rodillas desplomada
y mi llanto se confunde con el cielo..
a lo lejos escucho tus manos amor,
me tocan,
me abrazan,
bailo con tu sombra imaginada..
danzo sobre la nada
y nuestro niño está en la cama..
mira,
es nuestro,
es el pedazo de cielo imaginado que me ciega de locura..
es el refugio de mi alma entristecida,
es el sueño que me mueve día a día...
(Para ti.. que por alguna razón aún no llegas a mis brazos...)